El diagnóstico de alzhéimer en un ser querido es una noticia difícil de encajar para cualquier familia. Ante una situación de estas características, es natural que los familiares quieran brindar toda la ayuda y el cariño posible. Sin embargo, es fundamental diferenciar entre los cuidados bienintencionados que pueden ofrecer los familiares y los cuidados profesionales de personas con alzhéimer realizados por un equipo especializado.
El amor y la buena fe de los familiares
Cuando una persona es diagnosticada con alzhéimer, la reacción inmediata de los familiares es habitualmente asumir la responsabilidad de su cuidado. Esta respuesta es comprensible y refleja el amor y la dedicación hacia el ser querido. Los familiares a menudo creen que nadie puede cuidar mejor al paciente que ellos mismos, ya que conocen sus gustos, necesidades y preferencias personales.
Sin embargo, el cuidado de una persona con alzhéimer es una tarea extremadamente demandante, que requiere conocimientos específicos y habilidades que no todos poseen. A pesar de sus mejores intenciones, los familiares pueden encontrarse rápidamente abrumados, lo que puede llevar a situaciones de estrés y agotamiento físico y emocional.
El impacto del alzhéimer en el cuidador principal
El esfuerzo continuo de cuidar a un ser querido con alzhéimer puede tener un impacto significativo en la salud de los familiares que actúan como el cuidador principal:
- Estrés y ansiedad crónica: Tener que estar siempre alerta para evitar que el paciente se desoriente o se ponga en peligro, como salir de casa sin supervisión, genera un estado constante de ansiedad y preocupación.
- Agotamiento físico: Ayudar al paciente a levantarse de la cama, moverse por la casa y realizar las tareas diarias como bañarse o vestirse puede ocasionar en el cuidador un agotamiento extremo, especialmente si no conoce las técnicas adecuadas de manejo y levantamiento.
- Aislamiento social: La necesidad de supervisar constantemente al paciente puede impedir al cuidador asistir a eventos sociales, mantener amistades y participar en actividades de ocio.
- Problemas de salud: El cuidador puede descuidar su propia salud al no tener tiempo para ir al médico, hacer ejercicio o descansar adecuadamente.
- Impacto económico: Renunciar a un empleo para cuidar del familiar con alzhéimer genera en muchas ocasiones una presión financiera significativa sobre el cuidador.
Los familiares cercanos que proporcionan cuidados bienintencionados a menudo descuidan su propio bienestar, lo que puede conducirles a un ciclo de deterioro que afecta directamente a su calidad de vida y la del enfermo con alzhéimer.
Los efectos sobre el enfermo de alzhéimer
Por otro lado, aunque los familiares tienen la mejor de las intenciones, la falta de formación especializada puede tener consecuencias en los cuidados de personas con alzhéimer:
- Administración inadecuada de medicamentos: Un cuidador no profesional puede cometer errores en la dosis o en el horario de los medicamentos, y no percibir señales de alarma que indican que es necesario un cambio en la medicación.
- Falta de estimulación cognitiva: Los familiares no siempre conocen las técnicas adecuadas para estimular la mente del paciente, lo que puede acelerar el deterioro cognitivo y reducir su calidad de vida.
- Manejo inapropiado de comportamientos difíciles: Los pacientes con alzhéimer pueden experimentar agitación, agresividad o confusión. Sin el entrenamiento adecuado, los cuidadores no saben cómo manejar estas situaciones, aumentando el estrés y el malestar del paciente.
- Riesgos de seguridad: Un entorno no adaptado y la falta de supervisión adecuada aumentan el riesgo de accidentes, como caídas o salidas sin supervisión, poniendo en peligro la integridad física del paciente.
- Descuido de las necesidades básicas: La falta de conocimientos sobre el cuidado especializado puede dificultar que el paciente reciba la atención adecuada en higiene, nutrición y bienestar.
La importancia de los cuidados profesionales de personas con alzhéimer
Los cuidados profesionales de personas con alzhéimer están diseñados para abordar estas complejidades. Un equipo de médicos especialistas, psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales no solo tienen la formación y experiencia necesarias para manejar los síntomas de la enfermedad, sino que también están capacitados para ofrecer un apoyo emocional adecuado tanto al paciente como a la familia.
Acciones para mitigar la evolución del deterioro progresivo
Un cuidador profesional de alzhéimer entiende las necesidades específicas del paciente y sabe cómo crear un ambiente seguro y estructurado. Esto puede incluir la implementación de rutinas diarias que ayuden a reducir la ansiedad y la confusión, técnicas para manejar comportamientos difíciles y estrategias para mantener la independencia del paciente en la medida que sea posible llevando un control exhaustivo de su medicación y permaneciendo alerta ante cualquier cambio en su conducta.
Los cuidados profesionales pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente, proporcionando un manejo adecuado de los síntomas y fomentando una mayor participación en actividades significativas.
Aliviar la carga que supone el cuidado de una persona con alzhéimer
Al delegar el cuidado en profesionales, los familiares experimentan una reducción del estrés y de la carga emocional. Esto les permite disfrutar de una relación más positiva con su ser querido, sin las tensiones y agotamientos asociados con el cuidado diario.
Además, los cuidadores profesionales ofrecen orientación y apoyo a los familiares, ayudándoles a comprender mejor la enfermedad y enseñándoles a interactuar con el paciente de manera efectiva.
Si bien el amor y la buena intención de los familiares son invaluables, el cuidado de una persona con alzhéimer requiere un nivel muy elevado de especialización.
Optar por cuidados profesionales no significa abandonar a un ser querido, sino asegurarse de que reciba la mejor atención posible. En Dekipling, conocemos todas las dificultades y desafíos a los que se enfrentan las familias y estamos comprometidos a ofrecer el apoyo necesario para mejorar la vida de los pacientes con alzhéimer y la de sus seres queridos.